El trayecto por el Loira entre Orleáns y Tours ha sido sin duda uno de los más recomendables hasta ahora. No sólo por la cantidad de kilómetros preparados para trayectos en bicicleta sino también por la densidad de monumentos, castillos, casas señoriales, pueblos medievales, torres, murallas y otras muchas atracciones gastronómicas y culturales.
Además de estar muy bien señalizado, el recorrido es relativamente llano y se adapta a la perfección para cualquier tipo de perfil del turista independientemente de la edad o el estado físico. En bicicleta se ven de todas formas y colores, con alforjas, con carritos enganchados atrás, familias enteras, grupos de jubilados e incluso muchas parejas que viajan en tándem. Los servicios turísticos alquilan bicicletas prácticamente en cada esquina. Así que para quién quiera planteárselo, no es necesario traer la propia bicicleta. Desde aquí solo puedo recomendarlo.
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un viaje hermosisimo, estoy fascinada con los paisajes…