No es que quiera contar algo referente al suplemento de fin de semana del diario El País. Sino algo referente a “el país”. Es decir a España. Un país donde en cada esquina el viajero encuentra un nuevo descubrimiento. Sobre todo en lo que a placeres terrenales se refiere. ¿En qué otro país sino podría existir una fuente de la que mana vino?
Tengo la sensación de que después de Francia el ritmo es mucho más lento. Algo tiene que ver la irregular orografía del terreno. Y también el deseo de hacer el camino un poquito más pausado. Con más detenimiento. Pero sobre todo tiene que ver con la cantidad de ofertas variopintas que se encuentran en el camino. Exactamente igual que lo avisó “San Gal” (que por cierto se llama Santiago) en Facebook.
…”cuando llegues a La Rioja y verás la tentación… de la sangre, aunque con estos calores, lo del tinto es para profesionales. Ahora empieza lo divertido: El calor, las cuestas y lo peor, las tentaciones. Cientos de manos acogiendo tu llegada a otros tantos pueblos en fiestas, desde las chistorras de tu tierra hasta la empanada y el pulpo de la meta, pasando por las degustaciones riojanas y el botillo del bierzo. Todo esto acompañado de frágiles doncellas fascinadas por las andanzas del caballero andante y juglar del sigloXXI. ¿QUIÉN SERIA CAPAZ DE RESISTIRSE?. Miles de Aguerridos germanos, francos y bretones ya cayeron antes en las garras de esta piel de toro..”
Es decir… avanzar, no se avanza mucho. Pero cada kilómetro, se disfruta hasta el último milímetro. Y si no que se lo pregunten a los peregrinos que cruzan la localidad Navarra de Estella. Nada más salir, al paso del Camino de Santiago por las Bodegas Irache, al caminante le espera una fuente muy especial, “la fuente del vino”.
“¡Peregrino!
Si quieres llegar a Santiago
con fuerza y vitalidad
de este gran vino echa un trago
y brinda por la Felicidad”
Deja una respuesta